La innovación educativa es un proceso que requiere pasar una serie de pasos y, aunque en cada caso habrá peculiaridades, en general podemos distinguir los siguientes: 

  • Análisis de la situación. Como en cualquier proyecto que se quiera realizar, lo primero es analizar en qué situación se encuentra el centro educativo, qué medios tiene, a qué recursos puede tener acceso y qué necesidades tienen los niños y niñas. 
  • Definición de objetivos. El siguiente paso consiste en definir qué objetivo se quiere lograr con la innovación educativa. Es importante que el objetivo sea un reto y, a la vez, que sea posible alcanzarlo. Por otro lado, el objetivo debe tener una fecha concreta en la cual se debería haber logrado. 
  • Elección del tipo de acciones. La determinación del objetivo nos ayudará a definir el tipo de acciones que debemos realizar para alcanzarlo.
  • Implantación. La implantación consistirá en la ejecución práctica del plan que se haya elaborado. Para que la implantación sea un éxito es fundamental que colaboren todas las partes implicadas: alumnos, profesores, padres y otras personas relacionadas. 
  • Análisis de resultados. Un elemento fundamental de cualquier proceso de innovación educativa es la medición. Es decir, se deberán medir los resultados de las acciones realizadas para cotejar si se han alcanzado los objetivos marcados. En el caso en que no sea así, se podrán hacer correcciones o modificar los objetivos.

Tal y como has visto, la innovación educativa es fundamental para que el aprendizaje se adapte a las necesidades de los alumnos en cada momento y evolucione para motivarles y convertirles en personas que disfruten aprendiendo.















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